Esta pieza es una exploración visual de la dualidad entre el orden meticuloso y la anarquía natural. A través de líneas negras que se entrecruzan y superponen, he creado formas que parecen surgir espontáneamente, mientras que los toques de naranja añaden un elemento de profundidad.
La obra invita a los espectadores a contemplar la coexistencia de la precisión matemática y la belleza del desorden. Cada ángulo y cada línea son un testimonio de la búsqueda humana por encontrar significado en el caos, y cada espacio naranja es un recordatorio de que incluso en la aleatoriedad, hay destellos de claridad.