Inspirada en la interacción entre los elementos naturales y las estructuras creadas por el hombre, esta obra refleja la tensión y la sinergia entre estos dos mundos. Una narrativa visual que transforma materiales y colores en adaptabilidad y resiliencia.
La pieza evoca la complejidad de la naturaleza y la intervención humana, reflejando cómo ambos pueden fusionarse para crear algo nuevo y emocionante. Es una obra que no solo captura la vista, sino que también estimula el tacto y la imaginación, invitando al espectador a explorar cada detalle y descubrir su propia interpretación.
Esta obra abstracta es un testimonio de la armonía entre lo geométrico y lo orgánico, donde cada elemento coexiste en un equilibrio dinámico. Los tonos verdes vibrantes se entrelazan con líneas negras nítidas, creando una danza visual que invita a la contemplación.
La textura juega un papel crucial, añadiendo profundidad y una cualidad táctil que desafía la bidimensionalidad del papel.